domingo, 28 de octubre de 2012

¿Se puede definir al mejor?, ¿sirve de algo?

"Quiero ser el mejor de todos los tiempos. Es tan simple como eso".

 

   Ésas fueron las palabras que recientemente dijo LeBron James, último campeón y MVP de la NBA con el Miami Heat, cuando le preguntaron si consideraba que podía llegar a situarse entre los mejores de este deporte. Ésto abre el clásico debate de las comparaciones y la búsqueda de siempre encontrar al mejor de todos en cualquier deporte. La pregunta es: ¿es posible verdaderamente declarar a uno como el más grande?, y ¿de qué sirve eso?

 Desde siempre los fanáticos, el periodismo y cualquier aficionado de algo busca situar a una persona sobre las demás para referenciarla como la mejor en lo que hace o hizo. A veces, la idolatría los engaña. Otras veces, lo hacen los números fríos y las estadísticas. La verdad es que no parece haber una ciencia cierta con esto y este tipo de discusiones sólo llevan a minimizar o ponderar injustamente a los protagonistas.

 En el caso de James, uno puede pensar en su gran potencial y juventud y aventurarse a decir que tiene chances de llegar a ser el mejor de todos los tiempos en la historia del básquetbol. En la última temporada, logró el premio al Jugador Más Valioso de la temporada regular, el de las Finales y el tan ansiado campeonato que se le venía negando desde hace años. Además, sumó con la selección de Estados Unidos la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres. A eso, "The King" puede sumarle en sus vitrinas dos MVP de temporada regular y dos del All-Star Game más, el Rookie of the Year del 2004 y la presea dorada en Beijing 2008. En cuanto a sus habilidades, poco puede reprocharse al alero de 2,03 metros que no tiene problemas en jugar con solvencia de base, escolta o ala-pivot -y desempeñearse mejor que muchos que juegan ahí naturalmente-. Su capacidad para hacer todo de manera sobresaliente y quebrar cientos de marcas y récords de precocidad agigantan su figura. Pero, ¿es eso lo que hay que ponderar a la hora de elegir al mejor?.

 No hay que olvidarse que LeBron juega a un deporte donde hubo basquetbolistas sobresalientes como Michael Jordan, Magic Johnson, Larry Bird, Kareem Abdul-Jabbar, Bill Russel o Shaquille O'Neal. Sin dejar de lado a Kobe Bryant, que sigue en activo y también es apuntado por la mayoría como el sucesor de Jordan, tanto por sus títulos como por su actitud ganadora y su manera de jugar casi idéntica al de los Chicago Bulls. Entonces, ¿cómo elegir?. La mayoría diría sin dudar que no habrá como "Air". Pero, ¿no ganó Bill Russel once anillos en trece años? son cinco más que los de MJ. ¿Y qué hay de Magic? su habilidad para jugar en cualquier parte del campo, sus cinco títulos y su rivalidad con Bird -que levantó a la NBA en su peor crisis de la historia- también podrían considerarse.

 No hay una respuesta absoluta, aunque los que vieron a Jordan podrían decir que su agresividad, sus actuaciones históricas y lo que trasmitía son inigualables. Otros irían por Russel y sus once campeonatos, y otros pensarían que tanto Bryant como James tienen chances de, cuando terminen su carrera, sentarse en la mesa grande. Por lo pronto, LeBron ganó su primer campeonato siendo más joven que Michael y planea conseguir su segundo en el 2013, si Kobe y sus "SuperLakers" se lo permiten.



 En el fútbol, la discusión es parecida. Los que vieron jugar a Diego Maradona no dudan en que es el mejor de todos por su actitud triunfadora, el Mundial que logró con la Selección Argentina y lo que ganó también en el Nápoli -en ambos casos, fue figura excluyente en equipos de menor jerarquía y sin tantas figuras-. Otros, en cambio, pueden decir que Pelé disputó cuatro Copas del Mundo y levantó tres. Los que se dieron el gusto de deslumbrarse con Alfredo Di Estéfano también tendrían su candidato. Ahora, como si fuera poco, se suma a la discusión Lionel Messi. La estrella del Barcelona no para de ganar trofeos y quiebra marcas fin de semana tras fin de semana. Todo esto con una destreza sin comparación en la actualidad. Además, es capitán, goleador y fundamental en esta Selección Argentina de Alejandro Sabella, algo que antes no ocurría y era de lo que sus detractores se aferraban para minimizarlo.

 También ocurre en otros deportes: en el tenis, la calidad de juego y lo que ganó de Roger Federer lo ponen en el olimpo sin dudas. Pero, ¿no levantó Jimmy Connors 109 copas? El suizo está lejos con sus 74 torneos ganados. Pete Sampras, que era el máximo ganador de Grand Slam -hasta que Roger lo pasó- también está ahí. O Rod Laver, el único que fue capaz de lograr el Grand Slam -y lo hizo en dos ocasiones, en 1962 y 1969-. ¿Hay manera de declarar a uno sólo?


 La trivia puede seguir y seguir. Puede haber un personaje que, por popularidad, por lo que ganó o por datos estadísticos sea elegido por encima de otros. Pero esto es que es algo que nunca será unánime -por más que en algunos casos haya menos dudas que en otros-. La verdad es una sola: comparar, en estos casos, no sirve de nada.