viernes, 9 de diciembre de 2011

¿Habrá otra generación dorada?


   Atrás quedó el Preolímpico de Mar del Plata. Ahora, la Selección Argentina de Básquetbol deberá pensar en el futuro: los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Aunque, quizás, haya que ir un poco más hacia delante, a lo que le espera al seleccionado luego del torneo que se disputará en la capital inglesa. Este grupo de jugadores, conocido como la Generación Dorada, logró llevar al básquet nacional a los primeros puestos mundiales, aunque a muchos de sus integrantes les queda pocos años de carrera, por lo que un recambio generacional en el equipo parece cercano e inevitable.
 Este grupo de grandes basquetbolistas consiguió casi todos los títulos que se pueden lograr –Torneo Sudamericano, Campeonato de las Américas, oro olímpico y el reciente Preolímpico-. Sin embargo, hay muchos referentes que están llegando al ocaso de sus etapas profesionales. De los integrantes del plantel que venció en la final a Brasil y logró el pasaje a los Juegos, los únicos que no pasan los 30 años son Juan Gutiérrez y Carlos Delfino, que tienen 28 y 29 años respectivamente. El más veterano, Fabricio Oberto, ya tiene 36, mientras que otros como Emanuel Ginóbili, Juan Ignacio Sánchez y Pablo Prigioni cumplieron 34 años. Además, Oberto no está compitiendo –ya que se había retirado por problemas de salud en medio de la temporada pasada, cuando jugaba en Portland Trail Blazers- y el director técnico, Julio Lamas, ya declaró públicamente que sólo tendrá en cuenta a Fabricio si éste vuelve a la actividad. Todo esto obliga a pensar en los posibles reemplazantes de estos deportistas.
 ¿Quiénes pueden tomar sus lugares en los años venideros? Entre los bases, se encuentran Facundo Campazzo, Nicolás Laprovíttola y Luis Cequeira, quiénes tienen 20, 21 y 25 años. Estos tres son los titulares y pilares de Peñarol de Mar del Plata, Lanús y Obras Sanitarias. Campazzo fue clave en los últimos trofeos que ganó el equipo marplatense, mientras que Cequeira fue parte del grupo argentino que quedó cuarto en el Mundial de Turquía 2010. En cuanto a Laprovíttola, fue uno de los más destacados en los Juegos Panamericanos de Guadalajara de este año, en los cuales el equipo albiceleste finalizó en el séptimo lugar –a esta competición también fueron Campazzo y Cequeira-.    
 Otro que podría sumarse es Juan pablo Figueroa, de 25 años, quién vistió la camiseta de Atenas en el país y ahora está en el Pinheiros Sporting Clube de Brasil. Éste ya jugó en la selección, en varios sudamericanos y mundiales juveniles.
 Un proyecto distinto se está gestando en Estados Unidos: Juan Manuel Fernández, base de la universidad de Temple. El argentino está en su último año y aspira a ser drafteado por la NBA –siempre y cuando el lockout acabe y ésta vuelva a reanudarse, claro-. El cordobés, de 21 años, ya sabe lo que es estar con el seleccionado, ya que estuvo en los juegos de México de este año.
 Con respecto a los aleros, están a la orden Nicolás Lauría, Nicolás Romano y Marcos Mata, de 23, 24 y 25 años. Lauría, nacido en Mar del Plata, juega en Peñarol y fue uno de los protagonistas de la pasada liga lograda por los dirigidos por Sergio Hernández. Mata, compañero de Lauría, estuvo presente en Turquía, mientras que Romano fue parte de los que entrenó Enrqiue Tolcachier en Guadalajara, junto con los otros dos.
 Entre los Ala-Pivot, los apuntados por Julio Lamas son Leonardo Mainoldi y Marcos Delía. Mainoldi, de 2,02 metros y 26 años, compite en la Liga ACB de España, en el Funlabrada. Fue bronce sudamericano y panamericano con Argentina, en Caracas 2006 y Rio de Janeiro 2007, respectivamente. Delía, por otra parte, está en el equipo de Boca Juniors y fue uno de los mejores jugadores nacionales en los Panamericanos 2011. El de 19 años, nacido en Saladillo, posee una gran potencia física y su altura es considerable: 2,06 metros.
 Delía fue uno de los chicos halagados por el entrenador de la selección: "Es el gran candidato a ocupar un puesto de pivote en el seleccionado mayor. Me ocupé de conocerlo y seguirlo en sus partidos de Liga. Tiene grandes condiciones, mucho potencial y lo más importante es que le gusta trabajar y progresar. Es muy aplicado. Puede ser el nuevo Fabricio Oberto. Tendrá su oportunidad entre los mayores porque además de su capacidad es una necesidad del equipo", dijo acerca del que defiende los colores de Boca.
 En cuanto al rendimiento de la Selección Argentina en los Panamericanos, el que dirige a Obras declaró: “Estoy satisfecho con el juego colectivo que desarrolló el equipo, pero no con el resultado final. Si se ganaba el primer partido con Canadá, hubiésemos estado en las semifinales. Fuimos con un plantel joven y con futuro porque la fecha del certamen conspiró con la posibilidad de llevar a otros jugadores con mayor experiencia como Juan Pablo Figueroa y Leo Mainoldi. Por eso tomamos a los Panamericanos como un banco de pruebas, pensando en el Sudamericano del año próximo y en el recambio de los mayores".Además, Julio admitió sus deseos de estar en dicho torneo, pero sus tareas al mando de la mayor y de su equipo en la Liga Nacional no se lo permitieron.
 Luego del primer objetivo del equipo, que es Londres 2012, se deberá pensar en los jóvenes talentos que deberán suplantar a la mejor camada que tuvo el país en este deporte. Aunque suena muy difícil que los futuros basquetbolistas logren todo lo que Luis Scola, Andrés Nocioni, Oberto, Ginóbili y los demás hicieron, puede pensarse en que con trabajo, dedicación, planificación y orden es posible construir un equipo prometedor.