¿Cuáles son los motivos de esta huelga? Aunque algunos lo encuentren sorpresivo, son económicos. De las 30 franquicias que componen la liga, 22 acusaron grandes pérdidas de dinero, que superan los 300 millones de dólares -quedan exceptuados de esto los equipos de las grandes ciudades como Los Angeles Lakers, Boston Celtics, Miami Heat, Chicago Bulls y New York Kicks-.
Los clubes tuvieron varias reuniones con los jugadores para negociar sus salarios, ya que se espera que se reduzcan en un 30 por ciento, además de un nuevo límite salarial en las plantillas de 65 millones -debido a que hay algunas que sobrepasan los 100 millones por pagos de sueldos, una cifra que no puede mantenerse- y una reducción en los años de contrato de los deportistas. Nada de esto pudo acordarse, porque los basquetbolistas no resignan sus ganancias, que son el 57 por ciento del total, dejando sólo el 43 restante para los equipos.
Todo esto desembocó en que no se haya acordado un nuevo contrato y un sistema gremial para la temporada 2011-2012, por lo que el primero de julio venció en régimen contractual anterior. El comisionado de la NBA, David Stern, dio como la última fecha para arreglar los detalles el 7 de enero. Si no se resuelve nada antes de ese día, no habrá torneo. Además, los jugadores no podrán usar las instalaciones.
Este hecho tiene un antecedente: en 1998, cuando se terminó haciendo un nuevo contrato y se jugaron 50 partidos -la temporada regular es de 82 encuentros-.
Se especula con que muchas de las estrellas de la NBA pueden emigrar a las ligas de Europa, aclarando en sus contratos que, en caso de que se restaure la competición en Estados Unidos, se pueda volver. Pero ninguno de los jugadores tendrá sus seguros médicos, que perdieron vigencia con el vencimiento del acuerdo, lo que puede impedir el éxodo al exterior por miedo a una lesión.
¿Habrá arreglo de partes?, ¿se jugará la próxima liga?, ¿o veremos a Kobe Bryant, LeBron James y Dirk Nowitzki en Europa? Todos estos interrogantes mantendrán atrapados a los aficionados de este deporte que, por lo menos en Estados Unidos, no es tan buen negocio como parecía.