En Argentina, las Islas Malvinas se relacionan con negocios petroleros, vuelos cancelados por parte del Gobierno Nacional o sólo con intimidaciones y recordatorios de la disputa política y geográfica entre nuestro país e Inglaterra -por la guerra entre ambos países en 1982, para quedarse con las Islas-. Sin embargo, hay algo en ese lugar que tienen en común ambas naciones y que las une: el fútbol.
Argentina -el país que anteriormente poseía las Islas, hasta la guerra con los ingleses- e Inglaterra -los actuales soberanos- son dos de los países más futboleros del mundo y tienen una gran rivalidad. Uno, es el creador de dicho deporte, mientras que otro siempre se destacó por "producir" buenos futbolistas y venderlos al exterior, además de la pasión sin igual que su pueblo demuestra en cada partido. De esta manera, era inevitable que los habitantes de Malvinas, los kelpers, no tuviesen el mismo interés y fanatismo.
Allí tienen su propia liga, la Falkland Islands Football, que no está afiliada a la FIFA. Se comenzó a competir en 1947, en un torneo que albergó a cuatro equipos: Kelper Store Celtic -actual campeón-, Brintel Choppers, Sealed PR Athletic y Sulivan Blue Sox. La temporada se disputa sólo de noviembre a marzo, ya que luego las bajas temperaturas, los fuertes vientos y las nevadas imposibilitan la competencia. Todos los encuentros tienen lugar en el Stanley Stadium, con capacidad para 1.000 personas.
Además de su torneo local, los habitantes de Malvinas tienen participación en los Island Games -similar a los Juegos Olímpicos- en los que actúan 25 islas. La competición acontece cada dos años y la última edición fue en 2011 en la Isla de Wright, a 348 kilómetros de Inglaterra.
El año pasado, el conjunto malvinense quedó decimotercero, perdiendo los primeros tres encuentros de la primera ronda -1 gol a favor y 16 en contra-.
Al no regirse por la FIFA, integrar el seleccionado es más fácil: con un año de residencia basta para jugar. Por esa razón, hay tres chilenos compitiendo junto con los isleños.
Sin embargo, los Falkland Islanders -como a ellos les gusta nombrarse- van perdiendo su interés por el fútbol y no saben si volverán a los Juegos de Bermudas 2013. Ahora, parece que han comenzado a darle más importancia a otro deporte inglés: el cricket.
El director técnico de las Islas Malvinas, Richard Franks, confiesa que sus jugadores van perdiendo la pasión por la pelota y que necesitarían más partidos. Además, señala que el tiempo, el calendario y los pocos viajes para amistosos -que el Gobierno no subsidia- los afecta.
Hace 30 años, se escuchaban disparos en las Islas. Hoy, son gritos de gol.
Muhammad Ali, el tres veces campeón de los pesos pesados del boxeo, cumple hoy 70 años. Es reconocido mundialmente como "The Greatest", el más grande de todos los tiempos, aunque actualmente sufre de problemas de salud, ya que padece de la enfermedad de Parkinson.
Nacido en 1942 en Louisville, Kentucky, este boxeador era conocido inicialmente como Cassius Clay, aunque luego cambió de nombre en 1964 al convertirse al Islam. Sus inicios fueron a nivel semiprofesional. En esta etapa, Cassius logró la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Roma 1960, en la categoría de los semipesados. Más tarde, él mismo declararía que arrojó su presea al río de Ohio después de que se negaran a servirle en un restaurante exclusivo para blancos. La marca de Clay como aficionado fue de 100 victorias y sólo cinco derrotas.
En sus comienzos como pugilista profesional, ya bajo la tutela de su gran mentor Angelo Dundee, consiguió un prometedor record inicial de 19-0 -15 nocauts-. Entre los triunfos más resonantes de sus primeros años están las que se adjuntó contra Sonny Banks -quien logró tirarlo a la lona- y Archie Moore -un histórico con más de 200 peleas ganadas en su haber-.
Su primera oportunidad por el título mundial de los pesados fue en 1964 contra el campeón Sonny Liston, al que destronó con un knock out en el primer round. Defendió su corona en diversas ocasiones, hasta que por su negativa a acudir a la guerra de Vietnam en 1967, fue desposeído de su título por evasión militar, condenado a prisión y multado por 10.000 dólares. Ésta fue una época en la que Clay/Ali se mostró muy fuerte a sus creencias y en contra de la guerra y el racismo.
En 1971, luego de que fuera habilitado para volver al ring y ganarle al argentino Oscar Bonavena, retó a Joe Frazier por el cinturón de campeón, aunque perdió en el Madison Square Garden por puntos en 15 asaltos. La contienda fue la primera en la historia por un campeonato en la que ambos luchadores llegaron invictos. Esta derrota -su primera en el profesionalismo- marcaría una gran rivalidad entre estos dos contendientes y tendría secuelas. En el segundo duelo contra Frazier, también en el Madison, pudo sacar revancha.
Quizás su encuentro más recordado y mediatizado haya sido el que disputó en 1974 contra George Foreman, en Zaire. Foreman había noqueado a Frazier en el segundo asalto y le había arrebatado la corona mundial, esa que Ali buscaba volver a poseer. Los medios de comunicación y los fanáticos de este deporte pronosticaban la caída de Muhammad, y todo el mundo tenía sus ojos puestos en ese evento -promocionado por el megapromotor Don King-. El retador aprovecharía la atención que recibía para predicar por los derechos de los negros y minorías en general, marcando el orgullo de ser negro, además de hacer campañas en contra de las drogas. Este suceso se llamó "Rumble in the jungle" -Combate en la jungla-
"Luché contra un lagarto y con una ballena. La semana pasada asesiné a una roca, lesioné a una piedra y a un ladrillo lo mandé al hospital. Soy tan malo conmigo, hasta se enferman los medicamentos", bramaba él ante las cámaras, antes de la disputa por el título del mundo.
Finalmente, logró la victoria en el octavo asalto, al derribar al campeón reinante. Esto lo catapultó definitivamente a la cima del deporte mundial. Leon Gast filmó un documental sobre Muhammad, haciendo principal base en esta contienda. Se llamó "When we were kings" -Cuando éramos reyes- y ganó el Oscar.
Un año después, el 1 de octubre de 1975, se daría el tercer capítulo entre Ali y Frazier, en el Coliseo de Manila. Luego de 14 rondas, ambos peleadores estaban exhaustos y destruídos físicamente. Antes del inicio del último round, el entrenador de Joe tiraría la toalla, al ver a su luchador en tan grave estado. Es por eso que Ali saldría victorioso, aunque él luego declarara que había pasado "la experiencia más cercana a la muerte". El KO técnico en "La batalla de Manilla" le daría la gloria y cerraría la serie de tres peleas con su rival.
Defendió varias veces, ante grandes deportistas como Ken Norton, aunque perdió ante Leon Spinks, que venía de disputar los Juegos Olímpicos y llevaba sólo ocho combates profesionales. A pesar de esto, lo venció en la revancha por los puntos y volvió a ser el número uno.
A fines de la década de los setenta anunció su retiro, aunque luego volvió para medirse con 1980 y 1981 con Larry Holmes y Trevor Berbick, cayendo en ambas oportunidades. Su historial en el box fue de 61 combates, 56 ganados -37 por nocaut- y 5 perdidos.
Además de ser un excelente boxeador, el de Louisville tenía una fuerte personalidad y un gran carisma, lo que maximizaba su figura y atraía aún más a las masas. Tenía mucha confianza en sí mismo y solía hacer declaraciones con tinte egocéntrico. "Soy rápido, soy hermoso y soy el mejor", decía de sí mismo. También se auto halagaba: " El golpe que le di a Liston fue imperceptible, fue un golpe fantasma", "Floto como una mariposa, pero pico como una abeja", "La única forma en que podrían pegarme sería si yo estuviera en un sello postal" fueron algunas de sus recordadas frases.
Años después se le diagnosticó el mal de Parkinson y su salud comenzó a empeorar. Sin embargo, siempre se mostró fuerte, diciendo públicamente que esta enfermedad terminó siendo su peor rival, aunque lucharía contra ella. "Y quién es ese Parkinson, a quién le ganó?, ¿en que libro de récords está?", bromeaba el hombre, ya enfermo.
En 1996, en los Juegos de Atlanta, fue elegido para encender el pebetero. Y en 1999, fue nombrado "Sportsman of the Century" -Deportista del siglo- por la revista Sports Illustrated y "Sports Personality of the Century" -personalidad deportiva del siglo- por la BBC.
Ahora, con 70 años, al nacido en Kentucky le queda vivir sus próximos años en paz y en busca de una buena salud. El pasado 14 de enero, fue homenajeado en su ciudad natal, y el 18 de febrero volverá a serlo en Las Vegas. Todo para que la gente festeje con el gran ídolo, para apoyarlo y recordarlo como lo que fue y es: un gran guerrero y un gran campeón, del boxeo y la vida.