Si hay que destacar al mejor y más grande de la actualidad y los últimos tiempos -y, probablemente, de la historia- es sin dudas Federer. El de Basilea, actual número uno del mundo, está teniendo un gran año: logró los ATP de Rotterdam, Dubai, Indian Wells, Madrid y Cincinnati, además de Wimbledon y la medalla de plata en Londres. En total, posee setenta y seis títulos, entre los cuales hay diecisiete Grand Slams -cuatro Abiertos de Australia, un Roland Garros, siete Abiertos de Inglaterra y cinco US Open-. Es el más ganador de Masters Series con seis y posee el récord de semanas en el primer puesto del ranking. A estos números, hay que sumarle su enorme calidad y estilo de juego. Intachable tanto dentro como fuera de la cancha, es difícil que alguien lo alcance.
Su máximo rival y otro de los más destacados tenistas contemporáneos es sin dudas Nadal. Actualmente en la cuarta posición, es conocido como uno de los más grandes sobre polvo de ladrillo: allí, levantó treinta y seis de sus cincuenta y ocho copas. Con un total de once torneos grandes -7 Roland Garros- y un oro olímpico logrado en Beijing, es otro de las más consagrados. Una molestia en la rodilla provocó su rápida salida en el Torneo de los Estados Unidos y lo puso fuera del court por un tiempo, peligrando su vuelta. Una verdadera bestía, con un enorme estado físico.
El español y Roger estaban muy despegados de los demás, hasta que Djokovic piso el acelerador. En 2011, el serbio tuvo su mejor ciclo por lejos, consiguiendo diez campeonatos: Australia, Dubai, Indian Wells, Miami, Belgrado, Madrid, Roma, Wimbledon, Montreal y el Abierto de Norteamérica. Su nivel del pasado año fue superlativo y tuvo un invicto de cuarenta y tres encuentros, perdiendo recién por primera vez ante Federer en las semifinales del Grand Slam francés. A su gran juego, le sumó un excelente despliegue físico, doblegando en este aspecto incluso a Nadal en tierra batida. Aunque hacia fin de año sufrió una lesión y tuvo que parar, Nole dio el aviso y se configuró como el próximo a dominar -de hecho, fue número uno en ese entonces y recién lo perdió a mitad del 2012, cuando bajó al segundo escalón-. Todavía tiene muchos años y ya cosechó treinta y un títulos y seis Slams -tres Australianos, uno inglés y un US, sólo le falta el de Francia- además del Masters del 2007 y un bronce en los Juegos Olímpicos de 2008.
El otro que apunta a mirar desde arriba a todos en el futuro -más que nada, cuando Federer y Nadal no estén o empiecen a bajar su ritmo- es Murray. El escocés venía estando a la sombra de los otros tres grandes, pero en esta temporada se destapó: fue medallista dorado en Londres y reciente campeón del US Open, sumando así su primer torneo grande. Mucho se había hablado de este tema, ya que Andy venía de perder las tres finales previas de este tipo de torneo -Australian en 2010 y 2011 y Wimbledon 2012- y ahora si pudo sumar esta copa a sus veintitrés trofeos previos. Es candidato a regir en los próximos años.
Sin dudas, estos cuatro enormes tenistas dominan el circuito mundial de este deporte y opacan a los demás "mortales". ¿Quiénes están tapados por ellos? hay algunos muy buenos deportistas como David Ferrer, Jo-Wilfred Tsonga, Tomas Berdych, Janko Tipsarevic o John Isner, aunque están muy por debajo de los ya nombrados. Algunas jóvenes promesas como Lukas Rosol, Kevin Anderson o los irregulares Alexander Dolgopolov o Kei Nishikori tienen chances de mejorar y pelear, pero para eso habrá que esperar.
Hay uno sólo que se asoma en el horizonte y amenaza: Juan Martín Del Potro. El argentino es el único que le "robó" un Grand Slam a los cuatro reyes -US Open 2009 a Federer- aunque luego sufrió una lesión en la muñeca que lo dejó fuera de las canchas por un tiempo y dificultó su rendimiento. Ya con ritmo otra vez, parece haber vuelto a su máximo punto, ese que tenía antes de la ruptura y que daba que hablar porque estaba a la altura de los líderes. Quedó demostrado en los Juegos: forzó al suizo a un ajustado 19 a 17 en el tiebreak del último set en las semifinales y luego le ganó a Novak por el tercer lugar. Si tiene continuidad, puede sumarse al lote de arriba y pelear por la cima con el tiempo, aunque eso es incierto.
La única certeza es que hay cuatro que demuestran año a año que están muy por delante de todos. Un simple dato de este circuito anual lo demuestra: por primera vez, los cuatro Grands fueron a manos de cuatro profesionales distintos. Australia por el uno de ese entonces, Djokovic. Roland Garros, por el segundo: Rafa. Wimbledon por el tercero, hoy primero: Federer. Y el US Open por el cuatro, Murray. Los mejores, los de siempre: los "cuatro fantásticos".
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