jueves, 17 de noviembre de 2011

Un amistoso por la libertad

   Robben Island es una isla en la que hay una cárcel, conocida por haber tenido como prisionero a Nelson Mandela, el primer presidente electo democráticamente en Sudáfrica y el que abolió el régimen del Apartheid. En ese lugar, el mandatario pasó 18 de sus 27 años de condena, por lo que es visto como un lugar que representa la opresión de los derechos humanos -aunque, actualmente, esa celda atraiga muchos turistas de todo el mundo-. El pasado 4 de noviembre, se glorificó al mítico personaje, ya que un grupo de 25 argentinos, pertenecientes a la organización Rugby sin Fronteras, jugó un amistoso y durmió en esas instalaciones para hacer homenaje a la figura política.
 Rugby sin Fronteras fue fundada en el 2009, con el objetivo de difundir los valores del deporte de la ovalada y para que éste gane popularidad. Su presidente es Bautista Segonds. El primer viaje fue a las Islas Malvinas, en donde disputaron un partido con los kelpers. Hacía tiempo que se venía pensando en viajar al continente negro para visitar la mítica fortaleza en donde estuvo preso Mandela, por lo que Segonds se comunicó con John Carlin -el autor del libro El factor humano, en el cual se basó la pelicula Invictus- y comenzó a planear el evento.
 Luego se fueron sumando otros personajes, como Marcelo Loffreda -ex jugador y director técnico de la Selección Argentina de Rugby- y Jorge Dartiguelongue, parte del equipo que se ganó el apodo de los Pumas en una gira por el país. También hubo un invitado de lujo: Ntoza Talakumen, un ex presidiario que compartió 8 años con Nelson en la Robben Island.
 Este deporte tiene una relación importantísima con la historia de Sudáfrica y de Madiba, ya que fue el medio por el cual el presidente intentó unir a este pueblo, separado por la discriminación y el racismo. En 1995, tuvo lugar allí el Mundial de Rugby, en el cual los Springbooks se coronaron como campeones por primera vez en la historia, luego de vencer a Nueva Zelanda por 15 a 12 en Johannesburgo.
 La gran leyenda negra, nacida el 18 de julio de 1918, fue determinante para cambiar la mirada del mundo hacia el continente africano y a su país, por lo que le fue otorgado el Premio Nobel de la Paz en 1993.
 "Fue algo espectacular y emotivo. Lo disfrute enormemente y lo viví intensamente. Pisar la misma celda donde Madiba estuvo 18 años fue algo movilizador. Todo el viaje fue algo nunca esperado. Poder rendirle homenaje, aunque no haya estado, fue algo increíble", expresó Loffreda.
 Por su parte, Dartiguelongue contó: "Yo había estado acá en 1965, cuando él ya llevaba un año preso. La verdad, me encontré con otro país gracias a su ayuda". Respecto a Ntoza, el ex Puma dijo: "jugó de medio scrum. He jugado con grandes medios en mi vida, pero si me dan a elegir, me quedo con él. Cada pelota, cada pase que daba venía cargado de historia".
 Así fue que los argentinos disputaron su amistoso dentro de las paredes de la que fue la "casa" de Mandela por 18 años. El resultado careció de importancia, lo importante fue el homenaje a una persona que liberó a un país entero.


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