El New York Cosmos, equipo de fútbol estadounidense que dejó de competir en la década de los 80, busca resurgir a la Mayor League Soccer con un proyecto muy ambicioso. Sin embargo, problemas financieros, estructurales y de organización lo impiden.
El club galáctico, que existió de 1971 a 1985, fue el precursor del soccer en los Estados Unidos. En tiempos en los que este deporte no tenía ninguna importancia ni generaba ningún fanatismo en la población, el Cosmos utilizó como recurso comprar a varias figuras mundiales para atraer a los hinchas.
La primer decisión de la franquicia neoyorquina fue tentar a Pelé -quién había anunciado que, en 1974, dejaría el fútbol luego de finalizar su contrato con el Santos-. Luego de su retiro, el astro brasileño decidió ir a la liga -en ese momento llamada North American Soccer League- en la que jugaría sólo seis meses al año, a diferencia de los casi 100 partidos anuales que disputaba con Santos. Esto, sumado a un contrato millonario equivalente a todos sus años jugados en Brasil, fue lo que lo convenció. Más tarde, fue el mismo delantero el que sugirió traer a más estrellas. Por eso llegaron Franz Beckenbauer y Carlos ALberto, entre otros, quienes juntos ganaron la liga de 1977.
También jugó en el New York Giorgio Chinaglia, quién falleció este domingo, a los 65 años, por problemas cardíacos. El italiano ganó cuatro títulos de la NASL y anotó 242 goles en 254 partidos, lo que lo convirtió en el goleador histórico de la competencia. Otros que vistieron esta camiseta fueron Johan Cruyff y Roberto Rivelino, aunque sólo para amistosos.
Ahora, se está haciendo un "operativo" para renacer en la MLS. En 2009, Paul Kemsley -ex vicepresidente del Tottenham Hotspur inglés- compró los derechos y la marca para, un año después, anunciar la refundación. Al proyecto se sumaron Terry Byrne -responsable de llevar a David Beckham a Los Ángeles Galaxy- y Rick Parry -creador de la Premier League y ex director general del Liverpool-.
Entre las figuras convocantes, se eligió a Pele cómo presidente honorario, a Eric Cantona como director deportivo y a Cobi Jonas -el que más partidos disputó en el club- como director asociado. El fallecido Chinaglia tenía el rol de embajador internacional.
Todo parecía encaminarse de maravillas para el relanzamiento del precursor del fútbol al país norteamericano, pero la realidad golpeó en la cara a tanta ilusión.
El Cosmos no tiene todavía un lugar para jugar, ya que su anterior cancha, el Giants Stadium, fue demolido en 2010. El comisionado de la liga, Don Garber, dio el visto bueno para la incorporación de un nuevo club, pero construir en el centro de la ciudad no es un emprendimiento barato ni algo que se logra de la noche a la mañana. Además, la familia Wilpon -empresarios y dueños del equipo de béisbol Mets- retractó su compromiso de aportar en el futuro estadio, debido a que hay sospechas de inversiones fraudulentas en Wall Street.
Otro tema a tener en cuenta es el de las licencias para competir, que deben ser aprobadas luego de que el NYC se instale en un lugar. Y, por si fuera poco, se deben pagar 70 millones de dólares para tener acceso a integrarse.
Por ahora, todo está en el aire. Si bien tienen oficinas en el centro de Manhattan, locales de venta de merchandising y dos academias en Nueva York y Los Ángeles, para dar inicio a la cantera, los dirigentes deben conseguir los recursos para terminar de consolidar su proyecto y que el Cosmos resurga como lo que alguna vez fue: el soccer team más querido de Estados Unidos
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