Nicolás Lauría, el chico de la película

   Mucha gente sabe -o cree saber- quién es y de dónde viene. Otros, en cambio, no tienen conocimiento de que lugar provienen o de una parte de su historia y buscan respuestas para unir los pedazos faltantes de su vida. Eso le pasó a Nicolás Lauría, alero de Peñarol de Mar del Plata, quién no sabía nada de su papá y lo buscaba desde hace más de 13 años. El mismo día que volvió a charlar con él, fue la figura de su equipo, que venció 103 a 101 a Libertad de Sunchales en el polideportivo Islas Malvinas para ponerse 2 a 0 en las semifinales de la Liga Nacional, con 27 puntos, 10 rebotes y 7 de 9 triples.
 Nicolás, de 23 años, es hijo de Zachary Cooper, basquetbolista estadounidense que de 1986 a 1988 fue pivote del equipo que actualmente dirige Sergio Hernández, siendo fundamental en el ascenso del equipo en esa época. En su estadía en el país, Zachary dejó su legado en Lauría antes de volver a los Estados Unidos. Desde entonces, su hijo lo buscó, sin obtener resultados.
 "Mi madre, Cristina, junto con Kyle Lamonte -compañero en Peñarol- fueron los que me incitaron a seguir buscándolo. Gracias a la ayuda e insistencia de Kyle pudimos encontrar sus datos en un sitio de Internet, aunque no lográbamos comunicarnos. Y hace poco él me mando un mensaje que decía que estaba hablando por teléfono con mi papá, yo no lo podía creer", contó el chico que no tenía padre hasta la semana pasada, en una entrevista luego del descubrimiento.
 Finalmente, el alero logró tener la tan ansiada charla vía Skype durante unos minutos, que según él fueron eternos, ya que se vivieron con muchos nervios, pero dejaron una sensación positiva y una promesa de seguir en contacto. "Ahora puedo decir que tengo padre", dice alegremente el ex jugador de Estudiantes de Concordia, que triunfó en su búsqueda y ahora puede comenzar a disfrutar del amor paternal, que tanto le faltó desde que su padre se fue a Estados Unidos.